Capa: Marquis, en Ripley. Top: Mango. Falda con aplicación: Singolare. Botas: Schutz exclusivo en Ripley. Cartera: Gacel (old). Lentes de sol: Prada.
Típico que me estresaba pensar un poco en esta prenda, por el simple hecho de que sentía que no cubría tanto como un buen abrigo y que por ende, era un opción para días otoñales o primaverales, pero no para el frío de verdad. Que equivocada estaba! las capas son muy abrigadas y además son las comodidad misma: primero, van sobre todo, así que puedes usar todo lo que se te ocurra abajo, dejando de paso los brazos libres, lo que nos ahorra la sensación de ¨oso polar¨ jajaja! dan muchísima libertad de movimiento y como diría cualquier francés, da ese toque de je ne sois quoi hasta el look más simple y apurado. Una prenda versátil a morir, no solo porque viene en todos los estampados y colores posibles, sino que también, da para diferentes épocas del año.
Precisamente su versatilidad, es la que me permitió andar solo con una falda y una camiseta por debajo, para un día promedio de esta época, donde las mañanas y las tardes son heladas, pero a la hora de almuerzo pega el sol con todo. Podría también, haber puesto un cinturón por medio de las aberturas que tiene mi capa para sacar los brazos. También, podría haber abierto el botón de al medio y haberlo ocupado como un sobre todo, sin meter los brazos. La verdad es que todo está permitido: juega con las mil opciones que te de tu capa.
Van bien con todo: botas, botines, faldas, pitillos, etc. Son el comodín máximo. Si eres pequeñita, intenta que no sea tan larga la capa para que no parezca que quedaste atrapada bajo un gran manto de tela u opta, por alguna que caiga con ligereza.
La segunda gran característica de las capas, son su solemnidad. No por nada, nacieron para cubrir las espaldas reales e investir de categoría a sus afortunados usuarios. Solo a partir de principios de siglo XX, la capa volvió como una prenda de vestir masiva. A continuación, un breve repaso de como las grandes fashionistas del siglo pasado llevaron la capa:
En la foto, Bianca Perez-Mora (por un tiempo Jagger) siendo la envidia de muchas en los 70´ y actual activista de los derechos humanos de la UE. Una fashionista como pocas hasta el día de hoy.
Insuperable, Grace Kelly.
Jackie O con capa y los guantes blancos, su sello.
Jane Birkin, otra de las grandes fashionistas de las últimas décadas. A ella debemos la inspiración para la tradicional Birkin de Hermès.
Largas, cortas, con print, lisas, de algodón, lana, sintéticas, charol, oversize o más ajustadas: larga vida al revival de las capas!
High Tea de la colección fija, un nude muy hidratante, dando un realce mega natural a los labios.
En vez de base, ocupé un Tinted Cream de la colección Lightful de Mac (vitamina C + complejo que da luz al rostro), la gracia es que es una crema muy muy ligera, que acondiciona la piel y que tiene un tinte que empareja el tono del rostro, sin dejar el efecto máscara.
Para que quede más natural todavía, apliqué rápido con las manos y emparejé en zonas clave con una esponja con pequeños golpecitos para que el producto se funda perfecto en la piel. Ideal para uso diario, si eres de las que prefiere no parecer maquillada, pero no soportas andar con cara de zombie jajaja! Los pómulos los contornee como de costumbre, con mi BB cream de Mac que les he mostrado antes.
