Vestido negro: Singolare. Capa: Zara. Botas: Bruno Magli (Italia). Cartera: Banana Republic.
Seguramente al mirar el look piensas dos cosas: 1) que llamativas las botas (que puedes amar u odiar, sin puntos medios), 2) el resto va simple… la verdad, este post no se trata de los accesorios, tema que he tratado antes, sino que se trata precisamente del valor de las prendas básicas que no pueden faltar en el clóset de ninguna mujer; en este caso, el little black dress.
El LBD (the little black dress) más que un clásico, es toda un institución y curiosamente hasta aquí, nunca les había mostrado uno. La historia del pequeño vestido negro se remonta a la década del 20, considerado para la época una verdadera transgresión… solo con el tiempo y de la mano de Coco Chanel y mucho más tarde de Christian Dior, el vestido negro se convirtió en el must que conocemos hasta el día de hoy, en diferentes siluetas y telas.
La clave, es que el LBD sea de esas prendas realmente atemporales, que te acompañan durante años y multiocasión. Como existen tantas posibilidades, lo más importante es elegir aquél que sea totalmente acorde a tu cuerpo, eso quiere decir, que resalte lo que tenga que resaltar y que morigere lo que no… teniendo en cuenta que durante los años y las temporadas, el cuerpo igual cambia.
Por eso, esta es una buena opción de LBD: tiene una silueta más bien recta que disimula las subidas y bajadas de peso, con un corte muy sutil a la altura de las caderas (les he mencionado que soy corta de tronco?… este corte es el comodín para alargarlo visualmente). Para no dejarlo insípido, tiene dos aplicaciones en cuero tanto en los hombros como en las mangas: un detalle muy sútil, pero que me terminó por conquistar. Conseguir tu LBD de cabecera es una tarea que puede tomar tiempo, pero es una tremenda inversión, recuerda, DEBE ser una decisión muy acorde a tu cuerpo, así que se estratégica.
Por qué es el básico de los básicos? Muy simple: porque sencillamente va con todo y da literalmente para toooda ocasión. Cuando digo que va con todo, basta con mirar mis botas locas… y para toda ocasión, porque es la versatilidad misma. Imagínatela con zapatillas de vestir y un peludo encima: sporty/chic transgresor. Ahora con unos stilettos y un blazer clásico: formalidad. Por último, con un cinturón dorado y dos grandes aros más el pelo ondeado: hasta para matrimonio.
¿Quiénes de ustedes ya tienen su LBD partner?
Les presento el famoso Fix Plus, que es lo que sella mi maquillaje a diario… que quiero decir? este producto es ideal para fijar el maquillaje recién aplicado y por ende, hacerlo más duradero en condiciones óptimas, pero sus bondades no terminan ahí, ya que es el compañero ideal para las largas jornadas donde la resequedad ambiental juega su parte y puede incluso craquelar hasta el mejor maquillaje. Para evitarlo, basta con reaplicar el producto después de muchas horas o cuando sientas el rostro seco, para eso, pueden incluso encontrarlo en formato de cartera 😉 (ideal para las que trabajamos en oficina y la calefacción nos hace prebre la piel en esta época).
